La solución pasaría por el coche eléctrico, pero "falta" la infrastructura necesaria, según el director de la Fundación Gas Natural Fenosa.
El director general de la Fundación Gas Natural Fenosa, Pedro Fábregas, ha asegurado hoy que la calidad del aire en las grandes ciudades españolas como Madrid o Barcelona es "alarmante", debido sobre todo al tráfico, y ha reconocido que se está avanzando pero que "no hay soluciones mágicas".
Así lo ha puesto de manifiesto en Salamanca, en declaraciones a los periodistas, durante su participación en el seminario de gestión ambiental La calidad del aire urbano, promovido por la Fundación Gas Natural Fenosa y enmarcado dentro de la Semana Europea de la Movilidad.
Fábregas, que ha recordado que la Unión Europea (UE) ha denunciado a la mayoría de las grandes ciudades españolas por sobrepasar los límites de emisión de dióxido de nitrógeno y de partículas, ha hecho hincapié en la necesidad de "intentar quemar combustible en las calderas que no emitan partículas".
Respecto a los vehículos, ha sostenido que "el problema está básicamente en los diesel", si bien, y ante la escasa demanda que hoy existe en España del denominado coche eléctrico, el director general lo ha atribuido a la "falta" de infraestructura.
"Toda la red de alta tensión se caería si ahora enchufáramos un millón de coches porque no está previsto", ha apostillado, al tiempo que ha explicado que "no es sólo tener la idea del coche eléctrico, hace falta infraestructura, hay que mejorar las baterías, ya que éstas tienen que ser de litio para que no pesen demasiado".
A su juicio, se "está vendiendo la burra antes de tenerla", y es "muy difícil" para el ciudadano "toda la problemática que ello acarrea como, por ejemplo, dónde lo enchufa o dónde lo aparca".
En clave económica, Fábregas ha aseverado que la crisis está afectando a la calidad del aire desde "un punto de vista positivo" debido a que "hay menos actividad, la gente se mueve menos y coge menos el coche", lo cual significa que "mejora, pero gracias a perjudicar la actividad económica y la vida de los ciudadanos".
En su opinión, y a pesar de que se ha avanzado mucho en los últimos cincuenta años y se está avanzando muy rápidamente, "aún quedan cosas por hacer y el problema básicamente es el tráfico".
"Se ha de conseguir -ha sentenciado- que el ciudadano coja más el transporte público, pero a la vez este servicio tiene que ser de calidad, así como que comparta el coche y que en las autopistas tengan prioridad los carriles-bus".
A priori, la solución no es complicada, y si existe un estudio del que se desprende que las mejores ciudades europeas de calidad del aire son Berlín, Copenhague y Estocolmo, "es cuestión de copiar, no tiene más truco", ha concluido.
Fuente: Adn.es
